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lunes, 31 de marzo de 2014

Lactancia materna vs. lactancia artificial

Esto es una de las primeras decisiones que deben tomar los padres tras el nacimiento de su hijo, y muchos de ellos lo hacen en base a criterios de comodidad y de estilos de vida.


La lactancia materna tiene muchos beneficios entre los que podemos destacar la defensa contra infecciones, prevención de alergias, y protección contra diversas afecciones crónicas. También podemos destacar que es especialmente beneficiosa para los bebés prematuros, ya que sus componentes son fácilmente digeribles por el sistema digestivo. Por lo tanto, la podemos considerar la mejor opción para la alimentación del bebé, a pesar de que no en todos los casos es posible. 



En estos casos en los que no es posible amamantar al bebé, o sus padres deciden no hacerlo, existe la posibilidad de alimentarlo con leches preparadas, que también cubrirán las necesidades nutricionales del niño.

Uno de los aspectos más importantes, y por los que las madres suelen decidir dar el pecho a sus hijos, generalmente es el gran vínculo que se crea entre ellos en ese momento.

La lactancia materna tiene beneficios para la madre, ya que la ayuda a quemar calorías y a que el útero se encoja tras el parto, recuperando su figuras y bajando de peso con mayor facilidad. Pero también debe afrontar ciertos aspectos en contra o no del todo agradables, como pueden ser la incomodidad y molestias, ya que aún no están adaptadas al proceso, la frecuencia de las tomas, la extracción de la leche (en determinadas ocasiones), una dieta más estricta, trastornos médicos de la madre, etc. 

Todas estas “desventajas” para las madres en relación a la lactancia materna, son las ventajas que tiene lactancia artificial para otras, a pesar de que ésta última requiere de mayor tiempo y organización a la hora de alimentar al bebé. 

Otra de las ventajas de la leche artificial frente a la leche materna es que el bebé puede ser alimentado indistintamente por la madre o por el padre, implicando así al padre desde el principio en el cuidado del recién nacido. Al digerirse más despacio se pueden realizar menos tomas y, si la madre ha tenido que salir, cualquier persona que esté a cargo del bebé puede alimentarle.


























Por otra parte, la Asociación Española de Pediatría, la Organización Mundial de la Salud y La Academia Americana de Pediatría (AAP) afirman que las madres deberían alimentar a sus bebés exclusivamente con leche materna al menos durante los seis primeros meses. A partir de ese momento, la AAP anima a las madres a continuar con la lactancia materna hasta los 12 meses y durante más tiempo si tanto la madre como el bebé lo desean.

Esto es porque el calostro que contiene la leche materna es laxante y ayuda a limpiar el aparato digestivo del bebé y prepararlo para su normal funcionamiento, además, la leche materna traslada los aromas y sabores de la dieta materna al bebé, por lo que facilita la posterior adaptación a la alimentación complementaria.

Finalmente, podemos decir que hay estudios que demuestran que dar el pecho reduce el riesgo de padecer cáncer de mama, epitelial de ovario y/o endometrial, hemorragia postparto, anemia, estrés, ansiedad y/o depresión postparto. También reduce el riesgo de morbilidad tanto en la madre como en el bebé. 

A su vez, los bebés que no son alimentados con leche materna tienen un tránsito intestinal más lento y carecen de hormonas naturales como la insulina, la hormona del crecimiento, etc., así como de inmunización natural ante bacterias y alérgenos. Esto provoca que el bebé alimentado con leche artificial tenga más riesgo de sufrir:

A corto plazo:

- Intolerancias alimenticias, especialmente a la leche de vaca,
- cólicos, estreñimiento y/o diarreas, reflujos gastroesofágicos,
- infecciones gastrointestinales, respiratorias, de orina, otitis,
- meningitis
- muerte súbita

A medio y largo plazo:

- Peor desarrollo neurológico y psicomotor, sobre todo los bebés prematuros,
- sobrepeso y obesidad,
- enfermedad celiaca,
- diabetes mellitus tipo I y II,
- artritis reumatoide juvenil,
- enfermedades alérgicas (dermatitis atópica, sibilancias recurrentes, asma, rinitis alérgica, alergia a alimentos, otras alergias...),
- algún tipo de cáncer infantil (leucemia, linfoma de Hodgkin, neuroblastoma).



los-bebes.jpg



Bibliografía
  • Hernández Aguilar, M. T.; Aguayo Maldonado, J.; Gómez Papí, A. (2008). «Toma de decisiones informadas sobre la alimentación del lactante» En: Manual de Lactancia Materna. De la teoría a la práctica. Asociación Española de Pediatría, (pp. 41-47). Madrid: Editorial Médica Panamericana.





 Laura Rodríguez Fuentes
Mónica Rubio del Olmo
María Sevilla Garrido

martes, 25 de marzo de 2014

Pirámide alimentaria


Hoy, hablaremos de la alimentación.
Antes de nada, para saber cómo se lleva a cabo una buena dieta, hemos de saber responder ésta pregunta:


                     ¿Qué es la pirámide alimentaria?


Es un gráfico de forma piramidal donde se muestran todos (sin excluir ninguno) los alimentos necesarios en una dieta y la medida en que se han de consumir para lograr una dieta sana.




Los alimentos que están en la base son aquellos que se deben ingerir en mayor cantidad y diariamente. A medida que se acerca a la punta de la pirámide, indica una disminución en el consumo y de preferencia de manera ocasional.

El Grupo 1 (la base de la pirámide) está formada por cereales, fideos, tubérculos y pan. Los debemos de ingerir en gran cantidad en nuestra dieta diaria y deben ocupar un tercio del plato. 
A este grupo pertenecen el arroz, la avena, la cebada, el pan, los fideos, las papas, el maduro, el verde, el camote y todas las harinas.
Estos alimentos contienen carbohidratos que constituyen el combustible necesario para un buen funcionamiento del cerebro, pulmones, corazón y para mantener una  temperatura adecuada del cuerpo.
Son más ricos en fibra, minerales, vitaminas y proteínas los cereales integrales.



El Grupo 2 (encima de la base) está compuesto por frutas y verduras. Las verduras deben ocupar un tercio de nuestro plato y la fruta es aconsejable tomar de 5 a 7 piezas diarias.
A este grupo pertenecen todas las frutas y verduras, menos el aguacate y el coco que se los considera como grasas.
Las frutas y verduras contienen altos niveles de fibra, vitaminas y minerales, elementos importantes para que el cuerpo funcione bien y pueda protegerse de enfermedades como la gripe, la anemia y la osteoporosis.



El Grupo 3 (dos niveles encima del primero) lo componen la carne, huevos, lácteos, pescado, mariscos y leguminosas.Estos alimentos deben consumirse diariamente en cantidades menores a los dos grupos anteriores: un poco menos de un tercio del plato. A este grupo pertenecen los productos lácteos (leche, queso y yogurt), las carnes (res, pollo, cerdo, conejo, pavo, pato), el pescado y mariscos (atún, sardina, camarones), los huevos (de gallina, de codorniz) y las leguminosas (haba, lenteja, fréjol, garbanzo).
La importancia de estos alimentos está en que contienen proteínas y también minerales como el calcio y el hierro.


 El Grupo 4 (el pico de la pirámide) son las grasas, azúcares, postres, golosinas y gaseosas. Este grupo no es recomendable tomarlo diariamente.
Las grasas o lípidos son beneficiosos para el organismo si son consumidos en cantidades limitadas. Junto con los carbohidratos, son fuente de energía para el organismo y también ayudan a absorber las vitaminas liposolubles. Existen grasas buenas (las de origen vegetal) y malas (de origen animal). Intente consumir más grasas buenas.
Con respecto a las golosinas, postres, azúcares y gaseosas intentar evitarlas en lo medida de lo posible ya que producen caries y favorecen el sobrepeso.

 En la base como vemos en la pirámide, lo más importante es beber mucha agua (un mínimo de 1l. diario) y hacer ejercicio (mínimos 2/3 veces semanales).

También debemos saber qué es la rueda de alimentos:

                                  La rueda de alimentos
Es un recurso gráfico que ciertas instituciones proponen a la población para seguir una alimentación segura y equilibrada clasificando los alimentos en distintos grupos con características nutricionales similares.


La rueda está compuesta por diferentes grupos de alimentos:

- En la parte verde se encuentran los alimentos que regulan nuestro cuerpo permitiendo que funcione bien y que nos proteja de muchas enfermedades: Hortalizas, verduras y frutas.

-En la parte amarilla están los alimentos que nos dan energía: los hidratos de carbono (cereales, tubérculos, azúcar y sus productos derivados) y los lípidos (mantequilla, aceites y grasas).

-En la parte roja están los alimentos que nos ayudan a crecer y a construir nuestro cuerpo, se trata principalmente de alimentos ricos en proteínas como productos lácteos, carne, huevos, pescados , legumbres y frutos secos.

La rueda indica las cantidades de cada grupo de alimento que hemos de ingerir. Cuanto más grande sea la parte ocupada por un grupo de alimentos, más cantidad se debe consumir de éstos.

También dentro de cada grupo, dependiendo del tamaño de cada uno, indica si es más aconsejable su consumo que de los otros.

La rueda además incluye de mención explícita la necesidad de ingerir agua en cantidad suficiente y el ejercicio físico.


      Semejanzas entre Pirámide alimentaria y Rueda alimentaria

Ambos casos son una forma de representación gráfica de grupos de alimentos. 
En ella se representan la proporción de alimentos que se deben de consumir y la clasificación por similitudes de los grupos de alimentos.
Indican en qué cantidades se deben de comer los alimentos.
Con lo cual, tanto la pirámide como la rueda alimentaria intentan ser una guía visual de los grupos de alimentos que debemos de consumir en una dieta saludable.


Diferencias entre Pirámide alimentaria y Rueda alimentaria

Una de las diferencias entre ambas es la forma de representación de cada una: una es una pirámide y la otra es una rueda.
Otra es que la pirámide alimentaria te muestra, a parte de los alimentos que debes de consumir, muestra los que debes de consumir a la semana. Y la rueda muestra los que debes de consumir más. Por ejemplo, en la pirámide se indica que las verduras se deben consumir diariamente y en la rueda simplemente se indica que se deben de consumir en mayor proporción, pero no indica en qué intervalo de tiempo recomendado.
La pirámide poco a poco a ido sustituyendo a la rueda, pero ésta ultima se sigue usando porque sirve como herramienta didáctica para docentes, como recurso para hostelería, como elemento de comprensión de los conceptos básicos de una dieta saludable, para enseñar visualmente los diferentes alimentos y sus funciones y como instrumento para elaborar menús sanos para diferentes edades y circunstancias.


Bibliografía

-Pirámide alimentaria- Wikipedia.

-Guía de Pirámide de alimentos-Center for Nutrition Policy and Promotion.

-Rueda alimentaria-Wikipedia.

-Tu buena salud-Blogspot. La pirámide alimentaria y la rueda alimentaria.

-Mini espacio educativo- Sofía Vitale.

-www.portalestemáticos.com

-tubuenasalud.com

-La pirámide alimentaria- Salud de altura. Nutrición.

-Sociedad española de Dietética y Ciencias de alimentación- SEDCA.

-es.Scribd.com/rueda y pirámide.





María Sevilla Garrido
Laura Rodríguez Fuentes
Mónica Rubio del Olmo





lunes, 24 de marzo de 2014

Obesidad infantil



La obesidad infantil es una enfermedad que se manifiesta por el aumento excesivo de la masa corporal grasa y que supone un grave y creciente problema de salud pública a nivel mundial.

Sus causas pueden relacionarse con factores genéticos, metabólicos, psicosociales y ambientales, siendo los más comunes los ambientales. En los últimos años, la ingesta de alimentos hipercalóricos con abundantes grasas y azúcares ha aumentado considerablemente, a la par que disminuye cada vez más la actividad física en favor de oras actividades sedentarias, especialmente el uso de la televisión.

La mayoría de las personas que padezcan obesidad infantil seguirán siendo obesas cuando sean adultas.


Los primeros efectos que produce la obesidad infantil son, generalmente, alteraciones psicológicas y emocionales, provocadas por las burlas sufridas por parte de los compañeros o, incluso, de su propia familia. Además, la obesidad infantil lleva consigo otras patologías secundarias y/o asociadas que estos niños tienen más riesgo de sufrir en un futuro, como:

- alteraciones del sueño;
- problemas de hígado;
- infecciones en la piel;
- asma y otros problemas respiratorios;
- hipertensión arterial;
- intolerancia a la glucosa y, como consecuencia, diabetes tipo 2;
- síndrome metabólico;
- colesterol y triglicéridos peligrosamente altos;
- anemia nutricional que podría darse por la disolución de los micronutrientes, especialmente de las vitaminas antioxidantes liposolubles, lo que conlleva un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares;
- algunos tipos de cánceres; etc.

Para prevenir todo esto, es aconsejable el aprendizaje y puesta en práctica de una dieta saludable, como la conocida dieta mediterránea, además de otros hábitos saludables como el ejercicio físico.




Bibliografía

Durá Travé, T., Sánchez-Valverde Visus, F. (2005) «Obesidad infantil:¿un problema de educación individual, familiar o social?» Acta pediatrica española, num.5, vol. 63, pp. 204-207.


Lama More, R. A. y otros (2006) «Obesidad infantil. Recomendaciones del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría. Parte I. Prevención. Detección precoz. Papel del pediatra.» Anales de pediatría, num. 6,  vol. 65, pp. 607-615.


Pajuelo, J., Rocca, J., Gamarra, M. (2003) «Obesidad infantil: sus características antropométricas y bioquímicas» Anales de la Facultad de Medicina de Lima, num. 1, vol. 64, pp.21-26.

Recuperado el 23-3-2014: http://www.redalyc.org/pdf/379/37964104.pdf

Ruiz Pons, M. (2009). «Repercusiones cardiovasculares de la obesidad infantil» Revista Canaria de Pediatría, num. 2, vol. 33, pp. 115-119.


Yeste, D., Carrascosa, A. (2011) «Complicaciones metabólicas de la obesidad infantil» Anales de pediatría, num. 2, vol. 75, pp.85-156.


http://es.m.wikipedia.org/wiki/Obesidad_infantil


http://www.nlm.nih.gov/,edlineplus/spanish/ency/article/007508.htm


http://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood_why/es/



Laura Rodríguez Fuentes
Mónica Rubio del Olmo
María Sevilla Garrido